El entorno financiero internacional vive una transformación decisiva. A partir de 2025, entran en vigor las normas IFRS S1 y S2, emitidas por el International Sustainability Standards Board (ISSB), que establecen una estructura global para la presentación de información relacionada con sostenibilidad.
Estas normas no sustituyen a los estados financieros tradicionales, pero los complementan con un enfoque más amplio: conectar el desempeño financiero con los riesgos y oportunidades ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Aunque su adopción aún es voluntaria en México, muchas empresas con capital extranjero o participación en mercados internacionales ya están preparándose. El cumplimiento anticipado no solo garantiza transparencia, sino que mejora el acceso a financiamiento, la confianza de inversionistas y la valoración reputacional.
Cómo se materializa su aplicación
Las normas IFRS S1 y S2 marcan un cambio en la forma de medir y comunicar el valor empresarial.
La IFRS S1 establece los requisitos generales para divulgar información sobre sostenibilidad que pueda afectar las finanzas de una empresa, incluyendo políticas, métricas y metas relacionadas con factores ESG.
Por su parte, la IFRS S2 se centra en la divulgación de riesgos y oportunidades vinculados al cambio climático, como emisiones de carbono, consumo energético, vulnerabilidad operativa y planes de transición.
Ejemplo práctico:
Una empresa manufacturera que emite reportes financieros conforme a IFRS ahora deberá incluir indicadores de consumo energético, intensidad de emisiones, exposición a regulaciones ambientales y estrategias de mitigación. Esto permite evaluar no solo su rentabilidad presente, sino su resiliencia futura frente a escenarios climáticos y regulatorios.
Estas normas implican ajustes contables y administrativos relevantes:
- Integración de datos ESG en los reportes financieros anuales.
- Coordinación entre áreas contables, de sostenibilidad, operaciones y riesgos.
- Implementación de controles internos sobre información no financiera.
- Inclusión de objetivos medibles y verificables de sostenibilidad.
En términos contables, la empresa debe garantizar consistencia y trazabilidad entre los datos financieros y los indicadores ESG, para evitar duplicidades o contradicciones entre informes. A nivel estratégico, los consejos de administración deberán considerar la sostenibilidad como un eje de gestión del riesgo financiero.
Estrategias recomendadas
- Realizar un diagnóstico IFRS S1/S2: identificar brechas entre los informes actuales y los requerimientos del ISSB.
- Integrar sostenibilidad y contabilidad: unificar reportes financieros y no financieros bajo un solo modelo de divulgación.
- Actualizar políticas de control interno: incluir procedimientos de verificación y aseguramiento de datos ESG.
- Diseñar indicadores clave de desempeño (KPIs): medir resultados ambientales y sociales con rigor contable.
- Capacitar al equipo directivo y contable: formar en criterios ISSB y tendencias de reporte sostenible.
- Alinear la planeación estratégica: incorporar riesgos climáticos y sociales en la gestión corporativa y financiera.
- Aprovechar el valor reputacional: comunicar el compromiso con la transparencia y sostenibilidad como ventaja competitiva.
La adopción de las IFRS S1 y S2 representa un paso hacia la integración de la sostenibilidad en la gestión financiera, combinando transparencia, responsabilidad y estrategia empresarial.
Más allá del cumplimiento, las organizaciones que adopten estos estándares ganarán credibilidad ante inversionistas, clientes y organismos internacionales.
En ACEI, ayudamos a las empresas a preparar su transición hacia reportes alineados con las normas del ISSB, fortaleciendo sus controles contables, sus métricas ESG y su posicionamiento ante los nuevos criterios de sostenibilidad corporativa.
